Los manglares, los humedales y las selvas tropicales de La Reserva Biosfera de La Encrucijada son un refugio para jaguares, cocodrilos, monos araña y más de trescientas especies de aves, lo que significa que es un lugar primordial para la conservación de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos de México. También, es el hogar de la gente local, quienes dependen de la agricultura como medio de subsistencia. (Aprender más sobre el modelo de Reservas de Biosfera de la UNESCO aquí).
Cuando La Encrucijada se fundó en 1995, la ganadería, la agricultura de subsistencia y la producción pequeña de productos agrícolas como el aceite de palma, ya estaban presentes. En 1999, el gobierno mexicano, en consulta con las comunidades locales, creó un Plan de Uso de Tierra para guiar las actividades de agricultura y de conservación en la nueva reserva. Debido a la falta de recursos, los límites geográficos de este plan no han sido correctamente aplicados,. resultando en una invasión de la agricultora en las áreas designadas a la la conservación.
Hoy, Nestlé y Grupo Bimbo están invirtiendo en la aplicación de tecnología satelital para generar un conocimiento detallado del uso de la tierra en La Encrucijada. Esta información es la base para la colaboración de las partes interesadas, con el objetivo común de promover la conservación y el desarrollo sostenible en La Encrucijada. La meta es que la producción de aceite de palma – con su cadena de suministro global y sus compromisos de sostenibilidad – sirva como medio para el cumplimiento más amplio del plan de gestión de La Encrucijada.
Earthworm Foundation, una organización sin fines de lucro, está coordinando esta colaboración entre los sectores públicos y privados.