Humberto Chávez es un agricultor de Ucayali, Perú, cuya trayectoria refleja una transformación más amplia en la agricultura amazónica: del avance extractivo hacia la restauración y la resiliencia. Su plantación de palma de 50 hectáreas en Neshuya es mucho más que un medio de vida; es un laboratorio vivo de prácticas regenerativas impulsadas por Earthworm Foundation.
A lo largo de años marcados por climas cambiantes, caídas en la productividad y nuevas exigencias, Humberto no ha respondido con resistencia, sino con reinvención: ha protegido las riberas, eliminado herbicidas, incorporado sistemas de riego y cartografiado su parcela para gestionarla mejor. Su historia encarna el rostro humano de la agricultura sostenible en el Perú. Una historia que nace de la tradición, se adapta por necesidad y se sostiene gracias a un compromiso silencioso pero firme con la tierra.
Humberto no llegó a la agricultura a través de la palma. Su primer sueño se formó con los recuerdos de la infancia y un profundo amor por la tierra.
Cuando yo compro este fundo, lo hice honestamente porque, ya desde niño, tenía esta noción de lo que es la crianza de animales vacunos. Tiene todas las condiciones para hacer una ganadería. Tiene un río, tiene una laguna artificial. Esa era mi idea inicial.

“Le conté que tenía una chacra. Y me dijo: ‘¿En Neshuya? ¿Vas a sembrar palma?’”
“¿Qué palma?”, le pregunté.
“Palma, palma aceitera”, me respondió.

“Averiguándome en diferentes entidades, llegué a tener una información un poco más generalizada de la palma y me intereso por sembrarla.”
“La primera campaña es en el 2010. La segunda la tengo en el año 2014, y la tercera recién en 2023, en octubre-noviembre. Siempre sembraba en esas temporadas las lluvias.”

“El tema más grave, por ejemplo, que nos está pasando ahorita, es el cambio climático. Desde el año 2021–2022, que las lluvias han empezado a escasear, y la producción también ha empezado a bajar en la palma.”
“¿Qué pasa? Yo abono, yo podo, yo cultivo. ¿Por qué ha bajado mi producción? Y todos dan con la misma respuesta, que es el estrés hídrico.”

"Siempre pensé que la palma debería de regarse. Cuando yo hacía el comentario con otros amigos me decían que estaba loco... ‘¿Cómo vas a regar, si estás en la selva?’ Pero mira ahora, ya es una necesidad importante tener que hacer un sistema de riego."
"Gracias a a Dios tengo varias fuentes de agua de donde me puedo proveer para hacer mi sistema de riego. De esa manera, yo estoy implementando, de manera personal, un sistema de riego."

Cada vez que yo recibo una visita, trato de sacarle el mayor provecho posible. En este caso, por ejemplo, ustedes cuando han venido a capacitarnos... Nos han dicho por ejemplo lo de los suelos donde hay erosión sembrar ciertas hierbas como vettiberia, para evitar que se siga erosionando. Yo sí trato de aplicar todo lo que aprendo, y claro, utilizo mi criterio también.

"Nos habían aconsejado, el equipo técnico de COCEPU, que no se maneje la palma de esa manera, que siempre debe tener coberturas en las interlíneas, y así lo estoy manejando ahora."
"Ya no uso herbicidas… Yo prefiero mil veces utilizar la mano de obra tradicional y utilizar cultivadora... Porque ya se ha demostrado bastante que contamina el suelo y contamina el fruto."

"Ahorita estamos en una zona de descanso, que también es un requerimiento de la RSPO... Su punto de hidratación, su zona de basurita para que no puedan contaminar la parcela, una zona de sombra."
"Creo que se requiere bastante responsabilidad con ellos (los trabajadores) tanto en la orientación como en su alimentación y también en su pago."
Hoy, con sistemas en evolución y valores profundamente arraigados, Humberto ya no habla de la tierra como un recurso… sino como su hogar.
"Ahorita mismo mi meta más grande es incrementar mi producción, implementar mi ruta, mi sistema de irrigación."
"Me siento muy en calma con eso."
"Todo me apasiona bastante, tanto que en algún punto si tengo que dejar de vivir, me gustaría que me entierren acá en mi finca."
