Proteger los ecosistemas frágiles requiere encontrar maneras de generar valor para las personas sin poner en riesgo la naturaleza. Es un desafío demasiado complejo para que lo enfrente una sola empresa, cadena de suministro, ONG o gobierno por sí mismo.
Para asegurar un futuro para la naturaleza y para quienes dependen de ella, la colaboración es clave. No basta con actuar dentro de una sola cadena de suministro: necesitamos trabajar juntos, más allá de los límites de cada actor.
Por eso impulsamos proyectos en paisajes de distintas partes del mundo, acompañando a comunidades, gobiernos y empresas en la construcción de caminos que regeneren la vida y la naturaleza, fortalezcan la resiliencia de los agricultores y de las cadenas de suministro, y hagan posible un abastecimiento verdaderamente responsable.
En los últimos 25 años, en Earthworm hemos sido testigos del poder de la acción colectiva. Creamos soluciones escalables que responden a las necesidades locales y generan cambios a nivel global, trabajando directamente con agricultores y comunidades, y en alianza con nuestros miembros, donantes, gobiernos y organizaciones locales.
Actualmente, tenemos paisajes activos en distintas regiones del mundo:
de ecosistemas clave protegidos contra la conversión y la degradación
de ecosistemas clave en proceso de restauración o con valores ecológicos fortalecidos
trabajadores con mejores condiciones laborales y de vida
de tierras cultivadas con palma aceitera, cacao y caucho en proceso de regeneración
agricultores y sus familias fortaleciendo su resiliencia
empresas implementando políticas de ‘No Deforestación, No Turba y No Explotación’
empresas que adoptan e implementan buenas políticas laborales para proteger los derechos de los trabajadores
empresas con trazabilidad hasta la plantación
comunidades locales, indígenas y tradicionales con derechos fortalecidos a la autodeterminación
*logros hasta 2023.
En Malasia, nuestro paisaje Southern Central Forest Spine (SCFS) está transformando territorios al apoyar a los agricultores en el fortalecimiento de su resiliencia mientras se protegen los bosques. A través de la agroforestería, una mejor planificación del uso del suelo y prácticas sostenibles de palma aceitera, estamos restaurando tierras degradadas, promoviendo la biodiversidad y asegurando que las comunidades agrícolas puedan prosperar por generaciones.
Abordamos los paisajes de forma integral, trabajando de manera articulada en sostenibilidad y abastecimiento responsable dentro de áreas de suministro claramente definidas. Colaboramos con actores clave del sector privado y público, asociaciones de agricultores y organizaciones de la sociedad civil en cada territorio.
Creemos, sobre todo, que es fundamental aprovechar los vínculos con el mercado y trabajar con todos los sectores productivos presentes en un paisaje para impulsar la transformación. Solo trabajando en conjunto con otros actores es posible avanzar.
Regenerar las cadenas de suministro implica restaurar los suelos y los bosques. Trabajamos desde la raíz de la cadena, junto a agricultores, comunidades locales, gobiernos y aliados, para co-crear prácticas agrícolas regenerativas, promover la prosperidad económica y proteger y conservar los bosques, generando así casos de cambio replicables en las regiones de abastecimiento. Nuestro trabajo se guía por los siguientes principios:
Presencia en campo
Una presencia sólida en el territorio, con equipos locales integrados que construyen relaciones de confianza con otros actores para impulsar la transformación.
Liderazgo local
Fortalecer las capacidades locales y promover una gobernanza participativa garantiza la sostenibilidad a largo plazo y una transformación autónoma.
Impacto medido
La medición de impacto basada en datos se utiliza para evaluar el cambio y comunicarlo de manera efectiva.
En la región de Soubré, en Costa de Marfil, la deforestación y el cultivo insostenible de cacao amenazan tanto a los bosques como a las comunidades. El proyecto de Paisaje de Soubré enfrenta estos desafíos promoviendo la agroforestería, mejorando la planificación del uso del suelo y fortaleciendo la resiliencia de los agricultores. Al trabajar de la mano con comunidades locales y empresas, estamos demostrando que es posible cultivar cacao en armonía con la naturaleza, protegiendo los medios de vida y los bosques para las generaciones futuras.
Los bosques son vulnerables porque las comunidades agrícolas también lo son. Ponemos a agricultores y trabajadores en el lugar que les corresponde: en el centro de la cadena de suministro, y aprovechamos su conocimiento para ayudar a que la agricultura se adapte al cambio climático y conviva mejor con ecosistemas frágiles. Mejorar las prácticas agrícolas puede transformar los medios de vida de agricultores, trabajadores y sus familias.